El uso de un portabebés mejora la relación con tu bebé, ya que favorece el contacto físico y la cercanía y permite comunicarte con él de manera más directa. Esta cercanía nos permite aprender a reconocer sus señales y atenderle con más rapidez. Hay portabebés utilizables hasta los 4 años o incluso más si la persona adulta puede llevar bien el peso.
La criatura consigue una visión del mundo más amplia, así como verse incluido en las actividades cotidianas, interactuando con su entorno de una manera segura. En el caso de que le des de mamar, facilita la lactancia, ya que podrás darle el pecho mientras lo llevas contigo.