Respetando unas normas básicas, compartir cama con bebés o criaturas de más edad es una práctica segura que ayuda a establecer una lactancia más placentera , tanto si se le da pecho como leche artificial, facilitando el descanso. Los bebés, niños y niñas se relajan y se sienten seguros y confiados por la cercanía de sus cuidadores y estos pueden atender sus necesidades con mayor rapidez, evitando levantarse repetidas veces.

No hay que “enseñar” a la criatura a dormir sola, cuando esté preparada querrá dormir en su habitación.

El colecho es una práctica más frecuente de lo que se piensa tanto con bebés como con niños o niñas más mayores, es una decisión personal y familiar, no una cuestión médica.